Public Commentary / 28 April 2018
Los costos de acabar con la JEP
Antes que simplemente prometer justicia o no impunidad, los partidos deberรญan plantear de manera responsable de quรฉ manera van a continuar con la satisfacciรณn de los derechos de las vรญctimas.
Las รบltimas noticias sobre la JEP y la tensiรณn que dejรณ el plebiscito alimentan todos los dรญas la polarizaciรณn. Los debates presidenciales se quedan en lo superficial: apoyan o rechazan el proceso de paz y/o su implementaciรณn, sin entrar en mayor detalle.
Pero la discusiรณn deberรญa ir mรกs allรก, analizar lo ya avanzado y lo que estรก pendiente, pensar si hay reformas que puedan hacerse que no afecten el corazรณn del Acuerdo y, sobre todo, no dejar de lado las expectativas que tienen las vรญctimas, los exguerrilleros, la fuerza pรบblica y la sociedad en general. Para contribuir al debate, estos son algunos de los costos que tendrรญa acabar con la JEP.
La incertidumbre de las vรญctimas y de todos los que podrรญan ser juzgados
Si se acaba la JEP, es posible que, por los tiempos que se tarda una reforma constitucional en ser aprobada en el Congreso, tengamos que esperar por lo menos un aรฑo para saber quiรฉn juzgarรก los crรญmenes cometidos durante el conflicto. Esta incertidumbre tiene tres tipos de consecuencias.
Primero, una sensaciรณn de impunidad para la sociedad y las vรญctimas, muchas de las cuales han esperado dรฉcadas para que la justicia ordinaria dรฉ una respuesta. Al cabo de los aรฑos la firma del Acuerdo de Paz habrรก dejado decisiones sobre amnistรญas u otros beneficios penales y puesto en marcha la participaciรณn polรญtica de los excombatientes; pero la deuda de justicia por las atrocidades cometidas en el conflicto seguirรญa en veremos.
Segundo, la alta inseguridad jurรญdica para los miembros de la fuerza pรบblica y otros agentes del Estado que han manifestado su interรฉs y voluntad de someterse a la JEP, con el fin de obtener beneficios penales. Del listado de 1.751 militares y policรญas que solicitaron someterse a la JEP, mรกs de 1.000 ya se encuentran en libertad condicionada y no es claro quรฉ pasarรญa con esas decisiones.
Y tercero, la inseguridad jurรญdica para los desmovilizados de las Farc que entregaron sus armas bajo las reglas de la JEP. Esto, sumado a la desconfianza que tienen en el Estado, representarรญa un incentivo para volver a la insurgencia.
Desaparecen la zanahoria y el garrote
Cualquier beneficio en justicia, como las sanciones reducidas, estรก condicionado al compromiso de los responsables con la verdad, la reparaciรณn y la no repeticiรณn. Si no cumplen, enfrentan las consecuencias de un delincuente comรบn, penas de mรญnimo 15 aรฑos.
Sin la JEP se elimina la zanahoria, es decir, las sanciones reducidas y alternativas. Dejar solo el garrote de la justicia ordinaria afecta los incentivos de los responsables para contribuir a la verdad (participando en la Comisiรณn de la Verdad y en la bรบsqueda de desaparecidos), la reparaciรณn y comprometerse con la no repeticiรณn. Todo lo anterior hace la diferencia para las vรญctimas y para la reconciliaciรณn.
Ademรกs, la justicia ordinaria no ha sido suficiente para hacer frente a los crรญmenes cometidos durante el conflicto armado, eso lo saben las vรญctimas y la sociedad.
Se perderรญa credibilidad del Gobierno para negociar acuerdos con grupos al margen de la ley
Acabar con la JEP representa un incumplimiento del Acuerdo Final. Da a entender que esta era una polรญtica de Gobierno y no de Estado y que la facultad del presidente de suscribir e implementar acuerdos de paz tiene la misma duraciรณn que su periodo.
Un nuevo gobierno que decida acabar con este tribunal enviarรญa un mensaje que puede actuar en su contra. Los riesgos de que los exguerrilleros se devuelvan al monte y de que tenga que renegociar con la confianza y la credibilidad resquebrajadas, son enormes.
Adicionalmente, con este antecedente otros grupos armados -como por ejemplo en un futuro cercano el ELN- difรญcilmente podrรญa contemplar la opciรณn del diรกlogo.
El Estado queda mal parado ante la comunidad internacional
La comunidad internacional ha respaldado y celebrado casi de manera unรกnime el Acuerdo Final. En tan solo la puesta en marcha y fase inicial de funcionamiento de la JEP, Canadรก, Alemania, Reino Unido, Suiza, Suecia, Noruega e Irlanda han aportado alrededor de 4.7 millones de dรณlares.
Acabar con la JEP puede representar para el nuevo gobierno pegarse un tiro en el pie, pues lo obliga a responder por los recursos de afuera que se invirtieron en su creaciรณn.
Ademรกs, envรญa un mensaje de inestabilidad e incertidumbre ante naciones que han estado comprometidas con la justicia y la construcciรณn de paz en Colombia, y con quienes se tienen relaciones estrechas de cooperaciรณn.
El tiempo perdido
Para crear la JEP fue necesario hacer primero una reforma constitucional para el Sistema Integral del que hace parte, y luego una Ley Estatutaria. En las condiciones y tรฉrminos abreviados y ultrarrรกpidos del Fast Track, esta reforma tardรณ 11 meses entre la presentaciรณn del proyecto ante el Congreso y la aprobaciรณn de la Corte. La Ley Estatutaria lleva 8 meses y estรก desde el 15 de diciembre en examen de constitucionalidad.
Esto nos dejarรญa hasta el momento con por lo menos 15 meses de trabajo del Congreso y de la Corte Constitucional que se habrรญan perdido.
Al trabajo y los costos que tiene crear y poner en marcha un tribunal de justicia hay que sumarle los que tendrรญa acabar o transformar uno ya existente. Hagan las cuentas.
En un trรกmite ordinario, una reforma constitucional (por la vรญa que sea) no dura menos de aรฑo, a lo que habrรญa que sumarle el tiempo que se demorarรญa el nuevo Gobierno diseรฑรกndola la reforma, y las leyes necesarias para desarrollarla.
Son, en total, por lo menos dos aรฑos en los cuales esas mismas instituciones han dejado de tratar temas igualmente relevantes como la salud, la educaciรณn, el empleo, entre otros.
Estos son algunos de los costos que deberรญan tenerse en cuenta cuando se plantea reformar sustancialmente la JEP. Por esto el debate considerar unos mรญnimos (Ver recomendaciones IFIT) y no se puede quedar en si impunidad o justicia.
Entre otras cosas, los candidatos a la presidencia deberรญan responder: ยฟcuรกles serรญan las reformas que proponen? ยฟcรณmo evitarรญa que la justicia ordinaria colapse con una tarea de estas dimensiones? ยฟcรณmo garantizarรญa los derechos de las vรญctimas a la justicia, pero tambiรฉn a la verdad y a la reparaciรณn? ยฟquรฉ pasa con los que ya se han puesto a disposiciรณn de la JEP?
Originally published in LaSillaVacรญa.