Public Commentary / 28 April 2020
Los municipios que enfrentan el virus y luchan contra la violencia
El Coronavirus, la nueva preocupaciรณn en las regiones donde ha habido abandono estatal.
La crisis sanitaria surgiรณ de repente y cambiรณ la forma de vida en todos los sentidos, para algunos ha sido mรกs fuerte que para otros. Sin duda, no se vive igual en una ciudad que en un municipio; las dinรกmicas son diferentes, estรกn marcadas por la cultura local, por la economรญa, por los recursos, por el acceso a elementos bรกsicos de salud, vivienda y educaciรณn.
Estos factores nunca han sido igualitarios en Colombia. Son muchas las regiones en las que no hay servicios bรกsicos de agua y luz, no cuentan con educaciรณn de calidad, nunca ha llegado el internet y el acceso a la salud es intermitente o de mala calidad por falta de recursos.
En este sentido, la educaciรณn, la violencia intrafamiliar, la seguridad y el acceso a un subsidio estรกn entre los temas que mรกs preocupan durante la pandemia. Por eso, el Instituto para las Transiciones Integrales (IFIT), por sus siglas en inglรฉs, preparรณ este informe en el que da cuenta de la situaciรณn que se vive en muchas regiones del paรญs.
Los municipios que tienen que enfrentar el Coronavirus y seguir luchando contra la violencia
Por causa del coronavirus, las regiones mรกs apartadas del paรญs y donde histรณricamente menos ha llegado el Estado pueden verse golpeadas simultรกneamente en tรฉrminos de salud, economรญa, seguridad alimentaria y sobre todo, en su esfuerzo de los รบltimos aรฑos por superar el conflicto armado.
Son las mismas regiones que fueron seleccionadas para la implementaciรณn de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), una apuesta del acuerdo de paz orientada a cerrar las brechas de pobreza y de abandono institucional que tienen con respecto al resto del paรญs. Se pensรณ en una intervenciรณn integral para, entre otras cosas, garantizar las necesidades bรกsicas de quienes allรญ habitan y poner fin a los ciclos de violencia.
La implementaciรณn de estos aspectos del acuerdo de paz es una tarea bastante difรญcil pero determinante para reducir su vulnerabilidad. De hecho, desde el 2019 hasta la fecha se ha aprobado la destinaciรณn de $40,2 billones a los 170 municipios PDET ; de eso, hasta el momento, segรบn el informe del 28 de febrero sobre avances del PDET de la Alta Consejerรญa para la Estabilizaciรณn y Consolidaciรณn, se han aprobado 189 proyectos en todo el paรญs con una inversiรณn de $1.3 billones, de los cuales 96 benefician a municipios PDET.
A esto lo antecede un esfuerzo enorme de planeaciรณn participativa de este gobierno y del anterior en esos municipios y lo acompaรฑan una serie de medidas de reparaciรณn, de justicia y de construcciรณn de verdad por lo ocurrido durante del conflicto.
Mรกs allรก de la valoraciรณn que pueda hacerse de la ejecuciรณn de esos proyectos, que en cifras tiene todavรญa un bajo porcentaje de ejecuciรณn (3,2 %), o de los avances de las medidas de justicia transicional, a estos esfuerzos que buscaban darle la vuelta a la historia del conflicto, se les sumarรก el desafรญo de hacerle frente al impacto del Coronavirus.
Los efectos del Coronavirus en estos territorios, por su vulnerabilidad histรณrica y por lo atractivos que resultan para llevar a cabo distintas formas de violencia, pueden ser devastadores.
Por eso se requieren estrategias que contemplen aspectos esenciales para luchar contra la pandemia como la necesidad de brindar mejor informaciรณn sobre prevenciรณn, mitigaciรณn y control, que se adapte a las necesidades de cada regiรณn; y que al mismo tiempo reconozca sus principales debilidades. Esto significa reconocer de entrada la escasa capacidad del gobierno nacional y de los gobiernos locales en estos territorios, asรญ como la poca coordinaciรณn que existe entre ellos.
Desde el Instituto para las Transiciones Integrales y de manera conjunta con su Grupo Territorial, creemos que hay por lo menos cinco temas sobre los cuales concentrar esfuerzos puede hacer una diferencia enorme para mitigar el riesgo que representa el Coronavirus para estas regiones y, por ende, para el paรญs entero. Prevenciรณn de contagio, educaciรณn, violencia intrafamiliar, seguridad y acceso a subsidios, son temas en los que el gobierno nacional y los gobiernos locales deberรญan trabajar de la mano.
Prevenciรณn del contagio
Hasta el momento, las aproximaciones mรกs adecuadas a esta pandemia han estado centradas en la prevenciรณn del contagio, luego no deberรญa ser distinto en estos territorios. Sin embargo, no hay protocolos claros para las zonas rurales ni suficiente informaciรณn para que aquellos existentes sean difundidos de forma efectiva. En algunos de estos municipios incluso acceder a agua limpia para realizar un adecuado lavado de manos puede ser un problema.
Esto, por ejemplo, ha llevado a que, en uso de su defensa del territorio, algunas comunidades rurales de municipios de Montes de Marรญa como Ovejas, San Onofre, Chalรกn y Colosรณ bloqueen vรญas de acceso con el fin de prevenir el ingreso y la circulaciรณn por sus veredas. En este caso en especรญfico, esto ha puesto en riesgo el abastecimiento de alimentos y podrรญa incluso romper la cadena de producciรณn agrรญcola y las relaciones urbano-rurales de la regiรณn.
Para prevenir este escenario resulta fundamental que las autoridades locales desplieguen campaรฑas en estas regiones sobre medidas sanitarias con informaciรณn que (i) le llegue a todas las comunidades, incluso a las de difรญcil acceso y bajo nivel de alfabetizaciรณn; (ii) pueda hacerles pedagogรญa de fรกcil comprensiรณn; (iii) se adapte a sus modos de vida y posibilidades; y (iv) cuando sea necesario, haga uso de estructuras comunitarias y organizativas en la definiciรณn de roles para complementar las tareas del Estado de manera articulada y dentro de lo que estรฉ permitido por la ley.
Esto exige ir mรกs allรก de la insistencia sobre las medidas de aislamiento o las instrucciones que se dan para las grandes ciudades. Requiere que se difundan acciones puntuales como la elaboraciรณn de tapabocas a partir de elementos disponibles en casa, medidas de protecciรณn en los distintos tipos de labores de trabajo rural, sus formas de comercializaciรณn y los cuidados especiales que sean fรกciles de implementar frente a los traslados de personas y trabajadores, entre otras.
Es importante, ademรกs, generar conciencia por parte de las autoridades sobre la capacidad hospitalaria en cada regiรณn, ya que solo el 5% de municipios PDET cuenta con camas en UCI, y difundir los protocolos para acceder a los mismos.
En Tibรบ, por ejemplo, las Juntas de Acciรณn Comunal, en un comunicado que le enviaron al Gobierno Nacional, reclamaron acceso a los protocolos de atenciรณn en el Hospital Municipal, manejo de cadรกveres en caso de fallecimiento por COVID y reportes sobre resultados de pruebas en el municipio, lo que quiere decir que la informaciรณn no estรก siendo difundida de manera adecuada.
Por ello, con el fin de evitar desplazamientos masivos a cabeceras municipales y el colapso de los sistemas de salud y la infraestructura de salud rural, es necesario fortalecer los canales remotos de atenciรณn mรฉdica rural y buscar manera eficientes para atender otras enfermedades.
Educaciรณn
Como parte de las medidas de contenciรณn del virus, se ha dispuesto que niรฑos y jรณvenes estรฉn fuera de la escuela pรบblica. En las zonas rurales y especialmente en los municipios PDET, esto tiene varias implicaciones: la imposibilidad de muchos niรฑos y niรฑas de acceder a la alimentaciรณn que se suministra en los planteles educativos (en muchos casos la รบnica del dรญa); y el rezago en los contenidos curriculares que debรญan cubrirse en el aรฑo escolar (que ademรกs va atrasada en varios municipios por el paro de docentes durante las primeras semanas del aรฑo escolar). Si a esto se le suma que las guรญas fรญsicas o el contenido de internet es de difรญcil acceso para los estudiantes, la cosa empeora.
Sin embargo, existen experiencias que posiblemente sirvan para mitigar el impacto de esta situaciรณn. Por ejemplo, para asegurar la alimentaciรณn de estudiantes en el Meta, la gobernaciรณn diseรฑรณ la estrategia de entrega del Plan de Alimentaciรณn Escolar, donde espera asignar las raciones equivalentes a 10 dรญas de alimentaciรณn escolar a 54 mil niรฑos de todo el departamento.
Para llevarle a los estudiantes del campo los contenidos escolares, el Gobierno Nacional anunciรณ que empezarรก en las prรณximas semanas a enlazar canales regionales y emisoras comunitarias con el fin de transmitir contenido educativo y poder asรญ reemplazar las clases virtuales. Sin embargo, esto aรบn no se concreta, ya que en los territorios el debate sigue girando en torno a las medidas individuales que cada escuela decida tomar y en las emisoras comunitarias existe una preocupaciรณn por las consecuencias econรณmicas que tendrรญa enfocar sus contenidos principalmente en material educativo.
Es indispensable que estas medidas se lleven a cabo lo antes posible, pues ademรกs de garantizar que los estudiantes del campo tengan acceso a educaciรณn, podrรญa tambiรฉn ser una herramienta efectiva para contener el reclutamiento ilegal de niรฑos y jรณvenes por parte de pandillas juveniles, grupos armados o bandas criminales, al garantizar condiciones bรกsicas para ellos en casa.
Por esto es clave pensar en el uso de las emisoras y de canales de televisiรณn, especialmente de medios comunitarios, para la transmisiรณn de contenido educativo durante la cuarentena, lo que podrรญa ser un reemplazo mรกs eficiente de las escuelas virtuales.
Esta podrรญa ser ademรกs una oportunidad รบnica para cuestionarnos por el rezago en materia de tecnologรญa en el campo. El derecho a la informaciรณn y participaciรณn no se puede cumplir en esas condiciones y el COVID deja ver como nunca antes la precariedad esas condiciones.
Avanzar en estrategias para conectar a las veredas a seรฑal de celular e internet es una inversiรณn que ademรกs de responder a la coyuntura, puede ayudar a saldar una deuda histรณrica de las instituciones del Estado en estos territorios y ayudarle incluso a alcaldรญas y gobernaciones a tener mejor informaciรณn y mejor control sobre lo que ocurre en sus territorios.
Educaciรณn
Como parte de las medidas de contenciรณn del virus, se ha dispuesto que niรฑos y jรณvenes estรฉn fuera de la escuela pรบblica. En las zonas rurales y especialmente en los municipios PDET, esto tiene varias implicaciones: la imposibilidad de muchos niรฑos y niรฑas de acceder a la alimentaciรณn que se suministra en los planteles educativos (en muchos casos la รบnica del dรญa); y el rezago en los contenidos curriculares que debรญan cubrirse en el aรฑo escolar (que ademรกs va atrasada en varios municipios por el paro de docentes durante las primeras semanas del aรฑo escolar). Si a esto se le suma que las guรญas fรญsicas o el contenido de internet es de difรญcil acceso para los estudiantes, la cosa empeora.
Sin embargo, existen experiencias que posiblemente sirvan para mitigar el impacto de esta situaciรณn. Por ejemplo, para asegurar la alimentaciรณn de estudiantes en el Meta, la gobernaciรณn diseรฑรณ la estrategia de entrega del Plan de Alimentaciรณn Escolar, donde espera asignar las raciones equivalentes a 10 dรญas de alimentaciรณn escolar a 54 mil niรฑos de todo el departamento.
Para llevarle a los estudiantes del campo los contenidos escolares, el Gobierno Nacional anunciรณ que empezarรก en las prรณximas semanas a enlazar canales regionales y emisoras comunitarias con el fin de transmitir contenido educativo y poder asรญ reemplazar las clases virtuales. Sin embargo, esto aรบn no se concreta, ya que en los territorios el debate sigue girando en torno a las medidas individuales que cada escuela decida tomar y en las emisoras comunitarias existe una preocupaciรณn por las consecuencias econรณmicas que tendrรญa enfocar sus contenidos principalmente en material educativo.
Es indispensable que estas medidas se lleven a cabo lo antes posible, pues ademรกs de garantizar que los estudiantes del campo tengan acceso a educaciรณn, podrรญa tambiรฉn ser una herramienta efectiva para contener el reclutamiento ilegal de niรฑos y jรณvenes por parte de pandillas juveniles, grupos armados o bandas criminales, al garantizar condiciones bรกsicas para ellos en casa.
Por esto es clave pensar en el uso de las emisoras y de canales de televisiรณn, especialmente de medios comunitarios, para la transmisiรณn de contenido educativo durante la cuarentena, lo que podrรญa ser un reemplazo mรกs eficiente de las escuelas virtuales.
Esta podrรญa ser ademรกs una oportunidad รบnica para cuestionarnos por el rezago en materia de tecnologรญa en el campo. El derecho a la informaciรณn y participaciรณn no se puede cumplir en esas condiciones y el COVID deja ver como nunca antes la precariedad esas condiciones.
Avanzar en estrategias para conectar a las veredas a seรฑal de celular e internet es una inversiรณn que ademรกs de responder a la coyuntura, puede ayudar a saldar una deuda histรณrica de las instituciones del Estado en estos territorios y ayudarle incluso a alcaldรญas y gobernaciones a tener mejor informaciรณn y mejor control sobre lo que ocurre en sus territorios.
Violencia intrafamiliar
Otra consecuencia preocupante del aislamiento preventivo es el aumento en la violencia intrafamiliar. Segรบn el Observatorio Colombiano de las Mujeres, de la Vicepresidencia de la Repรบblica, el porcentaje de llamadas relacionadas con violencia intrafamiliar ha incrementado en un 91% con respecto a las estadรญsticas reportadas el aรฑo pasado.
Para que las familias estรฉn mรกs seguras en casa y asรญ hacer frente a este tipo de violencia, las autoridades locales deben trabajar de la mano con las comunidades para informar de manera efectiva sobre las herramientas de prevenciรณn y protocolos para denunciar el maltrato, dar respuesta a estas denuncias y ofrecer asistencia en materia de salud mental. Esta podrรญa ser tambiรฉn una oportunidad para que desde las alcaldรญas se promueva la corresponsabilidad de las familias en las labores domรฉsticas.
Para esto, es importante crear mecanismos mรกs flexibles de denuncia involucrando otras instituciones que acerquen a las autoridades a la sociedad civil. Las Juntas de Acciรณn Comunal, por ejemplo, son clave en las zonas rurales, pues al ser el vรญnculo directo entre las comunidades y las autoridades locales tienen la capacidad y herramientas para informar y a la vez ayudar a canalizar estas denuncias. Adicionalmente, en ocasiones anteriores, como en los momentos de mayor crudeza del conflicto armado, las emisoras comunitarias han ayudado a visibilizar los problemas de la gente y a identificar soluciones, luego tienen un valor inmenso en esta coyuntura.
Seguridad
Estos territorios han sido siempre especialmente vulnerables a las acciones de grupos armados ilegales que se financian de negocios como el narcotrรกfico o la minerรญa ilegal, y ejercen control sobre la poblaciรณn a travรฉs del control de horarios, las restricciones de circulaciรณn, la extorsiรณn y los asesinatos selectivos.
Aunque la amenaza del Coronavirus ha logrado una disminuciรณn parcial de acciones armadas, como la declaratoria de cese al fuego por parte del ELN desde el 30 de marzo hasta el 30 de abril; durante el periodo de cuarentena 14 lรญderes sociales han sido asesinados, al igual que 7 miembros de la Fuerza Pรบblica y se han registrado aproximadamente 6,000 personas desplazadas.
En Putumayo, grupos ilegales amenazan de muerte a quienes se contagien de coronavirus, en Chocรณ se sigue registrando presencia de grupos armados en los 30 municipios, segรบn testimonios de lรญderes sociales, en Montes de Marรญa estos grupos armados estรกn aprovechando la pandemia para reorganizarse y fortalecerse, y como si esto fuera poco, han denunciado la reducciรณn del esquema de seguridad de varios lรญderes.
Esto deja un mensaje claro sobre la necesidad de garantizar un trabajo coordinado entre fuerza pรบblica, autoridades locales y el Gobierno Nacional para 1) seguir controlando las rutas del narcotrรกfico; 2) reforzar el control territorial y la seguridad de las comunidades sin perjudicar la movilidad necesaria para el abastecimiento; 3) visibilizar y prender alarmas sobre asesinatos de lรญderes; y 4) continuar las labores para garantizar un efectivo sometimiento a la justicia incluso durante las medidas de aislamiento. Esta puede ser incluso la oportunidad para promover el uso de mecanismos como centros virtuales de conciliaciรณn.
Acceso a subsidios
Paradรณjicamente, las zonas rurales, que son a su vez las mรกs afectadas, no estรกn recibiendo efectivamente los subsidios que ha dispuesto el Gobierno Nacional. En parte, el difรญcil acceso y bajo nivel de bancarizaciรณn dificulta su desembolso pero, ademรกs, en los casos en los que estos subsidios sรญ llegan a los territorios, la baja capacidad institucional, inexistencia de sistemas de informaciรณn, poca cultura de transparencia y poca necesidad de rendir cuentas, hace que el riesgo de que sean desviados sea muy alto.
Mientras en ciudades como Bogotรก y Medellรญn la gente se ha organizado en torno a campaรฑas de donaciรณn masivas, recolectando importantes sumas de dinero para atender a las poblaciones de menores ingresos, estas iniciativas son prรกcticamente inexistentes en las zonas mรกs vulnerables, donde incluso los pocos recursos que llegan han sido objeto de investigaciรณn por presunta corrupciรณn.
Como ejemplo de esto, en Montes de Marรญa la Procuradurรญa y la Contralorรญa ya han abierto investigaciones contra tres alcaldรญas por presuntos sobrecostos en los contratos de compra de alimentos, y adicionalmente han recibido denuncias por parte de las comunidades por la inadecuada selecciรณn de los beneficiarios de las ayudas, insistiendo que las familias mรกs vulnerables aรบn no cuentan con ese apoyo.
Para asegurar que los subsidios sean recibidos por las familias que realmente lo necesitan, en algunos departamentos se estรกn diseรฑando estrategias para fortalecer las capacidades de las emisoras comunitarias de tal manera que sean veedores de los recursos que llegan a los municipios mรกs alejados del departamento.
Esto lo harรญan a travรฉs del trabajo conjunto entre las emisoras y las autoridades locales para anunciar los procedimientos de inscripciรณn como beneficiarios y reclamar los subsidio;s y a travรฉs de un espacio que se abrirรญa al pรบblico para informar sobre el avance de la entrega.
Los esfuerzos conjuntos entre sociedad civil, autoridades locales, Juntas de Acciรณn Comunal y otros grupos que han tenido un rol en la implementaciรณn del Acuerdo (por ejemplo los grupos motor PDET), son vitales en momentos de crisis, sobre todo para garantizar que los subsidios y apoyos puedan llegar a los mรกs necesitados en los distintos municipios y veredas.
Un esfuerzo que debe continuar
La crisis generada por el Coronavirus golpea de manera mรกs intensa a los mรกs vulnerables, y especialmente, a quienes habitan en las regiones donde las capacidades de atenciรณn bรกsica, servicios pรบblicos y personal mรฉdico son mรกs escasos. En Colombia, estas regiones han sufrido ademรกs los rigores de la guerra.
Evitar que en ellas surja una tragedia de dimensiones inmanejables implica un esfuerzo importante del Estado en la priorizaciรณn de sus polรญticas, y un trabajo de la mano con las comunidades para crear los flujos de informaciรณn y las respuestas adecuadas.
No se trata sรณlo de evitar la propagaciรณn del virus en estos municipios, sino tambiรฉn de lograr que no se pierda el impulso con el que se viene trabajando para superar los obstรกculos que histรณricamente les han impedido acercarse a la paz.
*El Instituto para las Transiciones Integrales -IFIT-, a travรฉs de su red de expertos nacionales e internacionales, viene trabajando desde el 2016 en apoyar la implementaciรณn del Acuerdo de Paz, incorporando las visiones de todos los actores y ofreciendo soluciones creativas a los principales obstรกculos para la transiciรณn en Colombia.
Originally Published in El Tiempo.