Public Commentary / 20 September 2016
Respuestas claras sobre la elegibilidad de miembros de las Farc

Despuรฉs del tema de la justicia publicado en dรญas pasados (โMรกs argumentos y menos eslรณganes sobre la impunidadโ, EL TIEMPO, 9 de septiembre del 2016), quizรกs el asunto que mรกs controversia despierta del proceso de paz es la elegibilidad polรญtica de los lรญderes de las Farc. La idea es darle una oportunidad al debate con argumentos, para que la decisiรณn que tomemos el 2 de octubre no responda simplemente a las emociones o la pasiรณn.
Quienes se oponen a que excomandantes de la guerrilla puedan participar en polรญtica hacen รฉnfasis en tres argumentos.
En primer lugar, que, mรกs allรก de las sanciones penales, los crรญmenes mรกs graves deben ser sancionados polรญticamente para evitar que se repitan.
Sin embargo, este argumento desconoce que la premisa bรกsica de los procesos de paz con lรญderes de grupos armados con motivaciones polรญticas es su transformaciรณn en partidos polรญticos.
Otros casos
De hecho, la gran mayorรญa de procesos de paz exitosos en el mundo han implicado la transformaciรณn de grupos armados en movimientos polรญticos a travรฉs de la candidatura de sus lรญderes: el Frente Farabundo Martรญ para la Liberaciรณn Nacional en El Salvador, el Congreso Nacional Africano en Sudรกfrica, el Sinn Fรฉin en Irlanda del Norte y el Frente Revolucionario Unido de Sierra Leona, entre muchos otros.
En cambio, casos como el de la Repรบblica Democrรกtica del Congo y el de la desmovilizaciรณn de los paramilitares en Colombia muestran que la ausencia de reintegraciรณn polรญtica estรก directamente relacionada con el resurgimiento de la violencia.
Y mรกs allรก de los procesos de transiciรณn, lo cierto es que incluso en casos de criminalidad ordinaria, lo que en inglรฉs se conoce como disenfranchising, o pรฉrdida de derechos polรญticos con posterioridad al cumplimiento de la sanciรณn, solo se presenta en el 8,8 por ciento de los paรญses del mundo. La lรณgica en la mayorรญa de naciones es que una vez cumplida la sanciรณn, la persona recupera su ciudadanรญa plena porque ya ha โexpiado su culpaโ.
Por eso, la mejor forma de prevenir que la violencia polรญtica se repita no es prohibirles a los comandantes de la guerrilla su participaciรณn en polรญtica, lo que desincentivarรญa su desmovilizaciรณn, sino desarmarlos e incorporarlos a la democracia para que tramiten sus ideales con votos en vez de balas (Lea tambiรฉn:’Farc tendrรกn 10 curules en el Congreso, pero a partir de 2018′).
Hay quienes sugieren que eso serรญa posible solo con la participaciรณn en polรญtica de los miembros rasos de la guerrilla que no hayan cometido crรญmenes internacionales. Sin embargo, eso implicarรญa eliminar el liderazgo polรญtico de la organizaciรณn, algo que en la prรกctica harรญa inviable su desmovilizaciรณn. ยฟQuรฉ partido polรญtico hoy aceptarรญa presentarse a elecciones sin sus lรญderes?
Se tomarรกn el poder?
En segundo lugar estรก el argumento segรบn el cual si la guerrilla participa en polรญtica, se va a tomar el poder y va a abolir la democracia.
Hay que empezar por aclarar quรฉ es lo que contempla el Acuerdo al respecto.
El Acuerdo establece que el partido o movimiento polรญtico que surja del trรกnsito de las Farc a la vida civil, una vez haya culminado el proceso de dejaciรณn de armas, estarรก sujeto a las mismas reglas que los demรกs partidos, salvo por las siguientes tres excepciones transitorias:
1. Para efectos de tener personerรญa jurรญdica, no tendrรก que haberse presentado a certรกmenes electorales anteriores ni haber cumplido con un umbral mรญnimo de votaciรณn; 2. Recibirรก aproximadamente 6.600 millones de pesos anuales hasta el 2022 y 3.300 millones anuales hasta el 2026; y 3. Tendrรก un salvavidas por dos perรญodos de 5 curules en el Senado y 5 en la Cรกmara de Representantes, por las que tendrรกn que competir y solo accederรกn a ellas en caso de que no logren obtenerlas por la vรญa democrรกtica.
Las prerrogativas
ยฟPor quรฉ establecer estas prerrogativas? Se trata de una acciรณn afirmativa. Si las Farc compiten en igualdad de condiciones, seguramente no tendrรกn ninguna posibilidad de ser elegidas y por lo tanto no habrรก incentivos para que dejen las armas y se transformen en partido polรญtico.
La pregunta es si esas ayudas suponen una ventaja desproporcionada frente a los demรกs partidos. Vamos tema por tema.
La primera es una prerrogativa obvia: si se les exige haber participado en contiendas electorales anteriores y haber cumplido el umbral para tener personerรญa jurรญdica, entonces las Farc simplemente no podrรญan convertirse en un partido polรญtico.
La financiaciรณn
Vamos a la financiaciรณn. Esta resulta del nรบmero de votos obtenidos por cada partido en las anteriores elecciones. Si comparamos con los partidos mรกs pequeรฑos, es cierto que durante dos perรญodos la financiaciรณn del nuevo partido de las Farc serรก superior. En el 2015, la Alianza Verde recibiรณ 2.200 millones y el Polo Alternativo, 1.500 millones. Pero la financiaciรณn del partido que surja de las Farc serรก solo del 30 por ciento del presupuesto de los partidos de Unidad Nacional que en el 2015 recibieron en su conjunto 21.200 millones (Lea tambiรฉn:’Participaciรณn polรญtica de ex-Farc / Punto de debate‘).
Las curules
Y finalmente, estรก el tema de las curules. En el Senado hay 102 curules. Para poder votar una ley ordinaria, que es la del quorum mรกs bajo, se requiere que haya por lo menos 51 senadores presentes, y que 26 la aprueben. En la Cรกmara de Representantes, por su parte, hay 166 curules, por lo que para votar una ley ordinaria se requiere la presencia de 83 representantes, y que por lo menos 42 la aprueben. De ahรญ que 5 curules en el Senado y 5 curules en la Cรกmara en ningรบn caso conforman una mayorรญa. Para quienes piensan en lรณgica conspirativa, el Polo Democrรกtico tiene 5 Senadores y 3 Representantes, asรญ que incluso si se aliaran no lograrรญan la mayorรญa.
Asรญ que el Acuerdo no genera prerrogativas desproporcionadas que hagan que las Farc se vayan a tomar el poder.
Lo รบnico que queda es entonces la suspicacia: que en realidad se van a seguir financiando con recursos ilรญcitos del narcotrรกfico, la minerรญa ilegal y la extorsiรณn. Para quienes confรญan en la palabra, las Farc se comprometieron en el Acuerdo a poner fin a su relaciรณn con el narcotrรกfico (ver pรกgina 91) y renunciaron a cualquier actividad ilรญcita para la financiaciรณn de la organizaciรณn (ver pรกgina 199).
Lo jurรญdico
Para quienes desconfรญan de que cumplan su palabra, va el garrote: si los miembros de las Farc incumplen su compromiso de cesar toda actividad ilรญcita despuรฉs de la firma del Acuerdo Final, se exponen a que la Jurisdicciรณn Especial para la Paz no les conceda ningรบn beneficio penal, a que las autoridades judiciales ordinarias les extingan el dominio sobre los bienes adquiridos con recursos ilรญcitos y a la pรฉrdida de la personerรญa jurรญdica del nuevo partido por financiaciรณn ilegal o comisiรณn de delitos.
Y finalmente, hay quienes han presentado el argumento del derecho internacional. La idea es que existirรญa una obligaciรณn internacional segรบn la cual los Estados deben prohibir la participaciรณn en polรญtica de quienes han cometido delitos especialmente graves, como los crรญmenes internacionales o las graves violaciones de los derechos humanos.
Sin embargo, no existe prohibiciรณn alguna de derecho internacional que se refiera a las inhabilidades para ejercer cargos de elecciรณn popular por parte de criminales de lesa humanidad o de guerra. De hecho, lo que existen son disposiciones sobre la obligaciรณn internacional de garantรญa de la democracia, como lo demandan el artรญculo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polรญticos y el artรญculo 23 de la Convenciรณn Americana de Derechos Humanos.
Al respecto, la Corte Constitucional seรฑalรณ en la segunda sentencia sobre el Marco Jurรญdico para la Paz, en el 2014, que โcontra lo establecido en materia de amnistรญas e indultos y en extradiciรณn, en el รกmbito de la participaciรณn polรญtica no existen estรกndares, en el ordenamiento jurรญdico nacional o internacional, que limiten la aplicaciรณn del concepto de delito polรญtico para permitir que un grupo al margen de la ley o sus miembros, una vez pagada la pena y realizada la respectiva desmovilizaciรณn, pueda participar en polรญticaโ.
Garantรญa de no repeticiรณn
En conclusiรณn, la elegibilidad de comandantes de las Farc en cargos de elecciรณn popular con posterioridad al cumplimiento de su sanciรณn no solo no estรก prohibida por el derecho internacional, sino que es la esencia de un proceso de paz: la mejor garantรญa de no repeticiรณn es sacarlos de la guerra para transformarlos en lรญderes polรญticos. Como fue demostrado, ademรกs, las medidas transitorias incorporadas en el Acuerdo aseguran que el partido polรญtico que surja de las Farc no tenga prebendas desproporcionados frente a los demรกs partidos.
Sin embargo, seremos los colombianos quienes el 2 de octubre tendremos que decidir si estamos dispuestos a que las Farc dejen las armas y, a cambio de ello, se transformen en un partido polรญtico que participe en el sistema democrรกtico.
Originally published in El Tiempo

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